Ingredientes Para 4 personas
- 600 g de pollo (4 contramuslos)
- 1 lata de cerveza (330 ml)
- 300 g de champiñones
- 1 cebolla
- 50 g de harina
- Aceite de oliva virgen extra
- 1 ajo
- 2 ramitas de perejil
- Sal y pimienta
1.- Sazona el pollo con sal y pimienta por ambas caras. Enharina bien el pollo y pasa a freírlo.
2.- Fríe el pollo. Coloca una buena cantidad de aceite oliva, o el aceite que uses habitualmente para freír, en la sartén. No es necesario que el pollo se acabe de cocinar por dentro, solo marca la carne de fuera bien doradita. Dale la vuelta cuando veas que se ha dorado de una cara y déjalo en la sartén hasta que quede doradito por las dos caras.
3.- Sofríe la cebolla, muy bien picada, en la misma sartén. Tendrás que quitarle un poco de aceite porque habrá demasiado. Cuando la cebolla empiece a dorarse, pasa la cebolla a una cazuela grande donde terminarás de cocinarlo todo.
4.- Coloca el sofrito en la cazuela, añade el pollo y cubre todo de cerveza. Cuando empiece a hervir, baja el fuego y tapa la cazuela con una tapa que permita que salga el vapor. De vez en cuando, da una vuelta al pollo.
5.- Limpia los champiñones y acláralos bien bajo el grifo. Yo no he cortado los champiñones porque he utilizado unos pequeños. Prepara una picada de ajo y perejil. Aprovecha el aceite que has quitado del pollo y haz poco a poco los champiñones con un poco de sal. Añade el ajo y perejil y ve removiendo con una cuchara. Coloca los champiñones en la cazuela del pollo para que se termine de hacer todo junto.
6.- Retira el pollo del fuego cuando esté hecho. Yo le he dejado, a fuego lento, durante 35 minutos y la salsa ya ha espesado.
Recetas caseras 